El año que termina y algo bueno siempre pasa: justo cuando
Diciembre se precipita hacía su indudable final, se acercan también los premios
más relevantes de Holywood: Los Globos de
oro y Los Oscares.
Hasta aquí no hay nada anormal, todo el mundo sabe que Enero
es el mes en donde los críticos del cine, la famosa “academia” y la opinión del
público intentan converger para premiar lo mejor del séptimo arte.
Lo bueno de todo esto es que gracias a ese increíble
sub-mundo de personas que comparten de todo en Internet, se terminan filtrando
las ediciones DVD que los estudios suministran a los críticos para la
evaluación de la película como tal. No son propiamente los éxitos del verano
los que llegan en estas épocas, sino películas que valen la pena ver porque
pueden alzarse con el trofeo de la mejor película del año y todo lo que ello
conlleva.
Este año me he encontrado con varias joyas como desde hace
tiempo no lo hacía: “La gran estafa americana”
me lleva por un mundo de doble moral y una buena historia de policías y
ladrones colocando el fraude como escenario principal a través de un impecable Christian Bale.
Leonardo Di caprio se
roba el show con “el lobo de Wall Street”, un Biopic con tintes de comedia negra
y todo lo mejor de martin scorcesse:
engaños, robos, excesos, uso repetido de la palabra “Fuck”, sexo y una
narrativa inteligente.
Cierra esta trilogía de buenas pelis un soberbio Matthew MacConaughey , quien por fin se
desprende de su careta de galán rosa y encarna un enfermo terminal de Sida que
lucha contra el sistema de la regulación de medicamentos finalizando los años
80s en dallas buyers club , una película no tan entretenida como las
dos anteriores pero sí contando con actuaciones que van más allá de lo
esperado. Atención a Jared Leto en su
interpretación de un homosexual travestí, uno de los mejores papeles
secundarios de la temporada.
Sin embargo, lo que me inspiró a hacer este post fueron dos
grandes películas que vi hace poco. Películas fuera de lo común, capaces de
envolverte con una magia diferente al resto, películas que dejan de ser cine
comercial para convertirse en arte y transportarte a otros lugares. Películas
que te sumergen, películas que ahora hacen parte de mi colección personal: “THE CONGRESS” Y “HER”.
THE CONGRESS: EL
IMAGINARIO Y LOS SUEÑOS MEZCLANDOSE CON EL DOCUMENTAL DEL DRAMA HOLYWOODENSE.
Ari Folman es un
director hebreo experto en mezclar el documental y la animación. Su película “Vals
con Bahir” del 2008, aún sigue siendo considerada una obra maestra de esa nueva
oleada de “dibujos para adultos” que han logrado calar después del nuevo
milenio. Folman es inteligente para
relatarnos una historia donde los sueños, las pesadillas y el horror humano se
conjugan en una fantasía animada ( en aquella ocasión para hablarnos de la
guerra en los países árabes ) y esta vez para llevarnos a un mundo fantástico tejido
en un argumento mitad película mitad documental, the congress es un viaje,
un viaje que puedes amar u odiar, pero que no acepta términos medios.
La sinopsis de The congress es la siguiente: Necesitada del dinero, Robin Wright firma un
contrato según el cual los estudios harán una copia de ella y la podrán
utilizar como les plazca. La actriz volverá a escena como invitada para un
congreso, en un mundo que ha cambiado completamente. Basada en una novela de
Stanislaw Lem, se trata del retrato de un mundo que se dirige inevitablemente
hacia la irrealidad. (FILMAFFINITY)
En esta fantasía, lo primero que destaca es la actuación espectacular y
sobresaliente de Robin Wright. Una actriz genial que no tiene desperdicio.
La primera parte de la película no es animada, está contada con imagen y fotografía real, y la protagonista de esta historia son las emociones que logra transimitir Wright, involucrada en esta ciencia ficción hasta el punto que nos hace creer que es real. En esta parte de la historia se coloca en contexto la situación de la tecnología llegando a Holywood para convertir a los actores y actrices en un producto. Hay una reflexión interesante aquí que queda más para el espectador, porque lo espectacular de este inicio es la parte en la que Wright entra a una especie de “cúpula” en donde sus emociones serán digitalizadas, y es aquí en donde su grandeza actoral sale a relucir, pasando de la emoción a la tristeza a través de los diálogos de su representante (un correctísimo Harvey Keitel), dejando algunas de las mejores líneas del guion para el pensamiento.
La primera parte de la película no es animada, está contada con imagen y fotografía real, y la protagonista de esta historia son las emociones que logra transimitir Wright, involucrada en esta ciencia ficción hasta el punto que nos hace creer que es real. En esta parte de la historia se coloca en contexto la situación de la tecnología llegando a Holywood para convertir a los actores y actrices en un producto. Hay una reflexión interesante aquí que queda más para el espectador, porque lo espectacular de este inicio es la parte en la que Wright entra a una especie de “cúpula” en donde sus emociones serán digitalizadas, y es aquí en donde su grandeza actoral sale a relucir, pasando de la emoción a la tristeza a través de los diálogos de su representante (un correctísimo Harvey Keitel), dejando algunas de las mejores líneas del guion para el pensamiento.
La segunda parte de la película es animada, y aquí entra a
jugar la fotografía con la que Folman retrata
un mundo de ilusiones y arte en los que cada dibujo está confeccionado de Manera simbólica, un mundo en donde los sueños, esperanzas y pensamientos de la
humanidad fluyen libremente. Un mundo lleno de color y magia, en este mismo
mundo vemos a la Robin Wright animada
destacando tanto como la real. Es una etapa compleja de la película en donde el
pasado y el futuro se mezclan, en donde surge lo atemporal y el estado de los
sueños, a veces ilusión, a veces ayer, a veces ahora…todo se vuelve magia, todo
se vuelve efímero, todo es hermoso y espectacular, y todo es endiabladamente
incomprensible.
The congress son
dos películas en una, son dos historias en una sola, son dos reflexiones llevadas
a cabo a través de narrativas distintas; es un documental, es una cinta de
animación, es una película y al mismo tiempo no es nada de eso… por todo ello, The congress es esencialmente genial y
mágica como pocas.
HER: EL AMOR NO ES
HACIA UNA PERSONA EL AMOR ES UNA EMOCIÓN HUMANA INDIVIDUAL QUE VA MÁS ALLÁ DE
LO FISICO.
He dejado lo mejor para el final: HER.
He dejado lo mejor para el final: HER.
Imagine
un futuro no muy lejano, en donde estamos conectados permanentemente, en donde
podemos revisar emails , chatear, hacer documentos, gestionar productividad,
ver fotografías , jugar a través de nuestra voz, de nuestros gestos. Imagine un
futuro en donde internet y la computación cuantica han llegado para ser
omnipresentes y ser parte de la conciencia humana. Imagine como los sistemas
opertativos tienen su propia inteligencia artificial. Ese es el escenario de HER, un mundo con esta maravillosa
descripción.
Algo brillante de esta película es que para lograr recrear este mundo a la perfección, no necesitó transportarnos a las mega producciones de Holywood al estilo Isaac Azimov, sino que se basó en el componente social , en la naturalidad con la que interactuamos con los dispositivos y en algunas tecnologías que hoy en día comienzan a nacer, pero de lo cual ya sabemos con naturalidad.
Her no se ve artificial en este sentido, aunque sepamos que se trata del futuro lo vemos tan cercano como naturalmente es posible.
Joaquin Phoenix encarna de manera maravillosa al ser humano cuya relación acaba de terminar, cuyo trabajo despoja lo mejor de su lado sentimental y que en medio de la soledad absoluta está rodeado por este mundo tecnológicamente fascinante. Allí aparece un Sistema Operativo con Inteligencia Artificial. Y este es el punto de partida de un concepto muy poderoso; meter a la inteligencia artificial en una computadora y no en un robot, hace de este peculiar “personaje” el complemento perfecto para que se desarrolle una interesante historia de amor, porque HER es eso, una historia de amor, pero al mismo tiempo es mucho más.
Her invita a una reflexión
espectacular ( que pocas veces he visto en película alguna), Her te hace preguntarte algo tan simple
y trascendental: ¿ qué es el amor y cómo funciona en los seres humanos?
Esta
pregunta tan elemental va y viene con grandeza en la trama, en los diálogos que
no son sofisticados, en la espectacular actuación de su protagonista y en uno
de los guiones mas ingeniosos que haya visto jamás.
Her es cine puro, es grandeza en la gran pantalla llevada desde la
sencillez y las cuestiones fundamentales que abarcan el espíritu humano.
Puedo
decir, sin temor a equivocarme que hace años el buen cine no deleitaba mis pupilas de esta forma, buen comienzo para la gran pantalla en este 2014.
P.d/ Todas y cada una de estas películas ya se encuentran colgadas por allí en Internet, solo es cuestión de buscarlas donde se debe. Pero si usted quiere una experiencia mejor y más especial, debería ir (siempre) al cine.
P.d/ Todas y cada una de estas películas ya se encuentran colgadas por allí en Internet, solo es cuestión de buscarlas donde se debe. Pero si usted quiere una experiencia mejor y más especial, debería ir (siempre) al cine.
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